March 28, 2010

responsabilidad por una hora

"DURANTE UNA HORA, EL PERÚ CONTRIBUYO EN LA LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO". Titular de El Comercio, 28 de marzo del 2010.

Me río. Pero durante esa hora, uno de los peores contaminantes del Perú, el parque automotor, seguía circulando por las calles con su humo negro lleno de óxido de nitrógeno, óxido de azufre, polvo y otras partículas que dañan la salud y el aire; asimismo, durante esa hora, no cambio los malos hábitos de arrojar desechos tóxicos a la basura, todo junto, sin importar que ya ni el agua que llega a la casa no se puede beber directamente.

Adoptamos nuevos hábitos como solución contingente, al comprar agua embotellada, que sin fijarnos no contienen los niveles de sales minerales que el cuerpo necesita diariamente. Consecuencia sufrida durante esas tres semanas en Lima, calambres musculares nocturnos que nos hacían despertarnos, así como lo hacía también la contaminación acústica durante toda la noche.


Salíamos a las calles, y mis hijos no dejaban de toser en el auto, especialmente cuando
quedabamos atollados en el tráfico de más de media hora, de solo un distrito a otro. Salíamos al supermercado y me rellenaban de bolsas de plástico por comprar solo tres productos, cuando el supermercado ofrece (más obvio que las letras enanas de la publicidad) la opción de transportar los productos en bolsas de tela.

Me gané una manifestación de ciclistas en el Parque Kennedy (eran cuatro gatos), que pedían la construcción de ciclovías. Eso, señores, eso sí hay que apoyar. Lo otro, es simplemente monada de sentirse identificado con las principales capitales del mundo, iniciativa que ni es propia siquiera; o más triste aún, un lava consciencias.
La responsabilidad no es sólo de los políticos y empresas, sino que debe de partir también de nosotros, productores y consumidores. Una responsabilidad que no debe de durar sólo una hora, que no debe ser flor de un día.