When I met Ulrich Neuhäusler, my husband, my accomplice, in France in a party without more expectations than to drink and chat (later on he dared dancing with me Latin music in a disco for the first and last time), his first words said to me were to recommend me a German beer.
The date?
The consequence? Love at the first sight.
The photo? Flute player.
The consequence? A project of Life together.
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Werner Bischof died on assignment in
3 comments:
leyendo tu blog y especialmente este post pensaba que tal vez yo no tengo una causa-efecto como tu. O al menos no lo tengo tan claro...ja,ja.
Un besote y espero sigas escribiendo mucho mas GUAPA!!!
Les
...tengo q decir q yo pase algo asi hace poco tiempo y soy feliz q encontre algien asi romantico mucha suerte en vida, aunque no te conozco, un abrazo
P.
Qué dulzura.
Ya me gustaría a mi vivir algo así.
Por lo menos la foto es genial.
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